10 de febrero de 2013

#04: Luces rojas.

Para Greeny, Marta y Ali.



Se desplomó sobre la silla y escondió la cara entre sus manos.
Su respiración era frenética y el llanto le producía movimientos espasmódicos.
Las lágrimas ácidas que surcaban su rostro eran retenidas en sus dedos, y no sabía que le resultaba más doloroso, si el haber dejado de estar solo para volver a hacerlo, o pensar en las causas de esa soledad que le retenía y le hacía vivir una rutina, que para él era como inhalar veneno.
Intentó tranquilizarse secándose la humedad de las lágrimas con la manga de su camisa, e intentó estabilizar su respiración.
Cuando se encontró más relajado se levantó y alejó de la cocina haciendo caso omiso del gato que llevaba rato observándole con la cabeza ladeada.
Esquivó las gotas de café vertidas sobre el parqué que empezaban a dejar marca sobre la madera sintética, y abrió la ventana. Las cortinas se agitaron y un aire frío golpeó su cuerpo haciendo que se estremeciera.
El sol caía sobre los edificios de Madrid dando paso a un cielo sonrosado y amoratado que se despedía del día con sus mejores galas, y por primera vez en mucho tiempo no requirió de la madrugada para escribir, porque la tristeza anuló su ausencia.


La Complutense le abría las puertas, y Mario tan solo quería darle la espalda.
Aún así, contra su voluntad, permitió que le acogieran, se sentó siempre en última fila y esquivó a todos aquellos que con gentileza intentaban hacerle las clases más amenas.
Nunca se había propuesto ser el amargado sarcástico que da largas al que se le interpone en su camino, al igual que tampoco decidió sacar las notas más bajas del curso y ser un despistado compulsivo, y por mucho que cueste creerlo tampoco lo hizo por despecho hacia la vida que sus padres le habían impuesto.
Lo que ocurría era que cada vez que se sentaba en clase dispuesto a prestar atención, la voz del profesor le disuadía y tan solo conseguía que se sumergiese en sus fantasías que siempre tenían que ver con la chica de la lluvia.
Encuentros inesperados, miradas in fraganti, bailes envuelta en una toalla después de una ducha que él tiene la suerte de ver desde su ventana, y muchas más fantasias que tan solo conseguían ausentarles de las clases, aumentar su lista de trabajos sin hacer, y  añadir esperanza a un posible encuentro que le diese paso a conocerla.
Nada conseguía que Mario dejase su lado adolescente, ni sus dieciocho años, ni su altura imponente, ni siquiera los rasgos agresivos de su rostro como los ojos negros y rasgados que le aportaban atractivo lograron que aumentara su confianza en sí mismo, excepto cuando tenía a Max a su lado.
La primera vez que le vio fue en la universidad, pocos días después de que empezase el curso, y fue la única persona a la que le permitió ser su amigo, aunque en realidad fue Mario quien se acercó.
Era pronto, había cogido el autobús temprano y había llegado un cuarto de hora antes de lo previsto.
Deambulaba por los pasillos semidesiertos intentando permanecer despierto, iba a cruzar de largo la cafetería cuando escuchó unos golpes metálicos seguido de varios tacos.
Se asomó a la puerta y vio a un chico tal vez un año mayor que él golpear insistente una máquina de cafés.
Cuantas veces habría vivido él esa escena en la oficina de sus padres cuando la máquina de aperitivos se tragaba su dinero.
-¿Necesitas ayuda?-Preguntó Mario asomado en la puerta.
El chico dio un brinco.
-¡Joder chaval que susto!-se peinó el pelo negro con los dedos y después le hizo una señal para que se acercase - Puedes ayudarme a cargarme este trasto, aunque si consigues que me devuelva el dinero mejor.
Mario se acercó sonriendo.
-Probemos una cosa, a veces funciona, pero no tengas mucha esperanza. Ponte al otro lado y cuando cuente tres corre hacia la máquina y plácala como si fueses un jugador de rugby.
-¿Estás loco? -preguntó mientras se colocó en su posición.
-¿Y tú para qué haces caso a un loco? -preguntó Mario con sarcasmo en respuesta a la inutilidad de la pregunta.
-Venga, dale. -Dijo después de suspirar y elevar los ojos al cielo.
Una vez gritada la cuenta atrás los dos golpearon simultáneamente sus hombros contra la máquina que recibió una fuerte sacudida y escupió varias monedas.
-Pues parece que ha funcionado. -Dijo Mario masajeándose el hombro entumecido mientras el chico le miró con sobreactuada admiración.
-¿Dónde aprendiste este truco?
-En las oficinas de mis padres, siempre había alguna máquina ladrona de éstas.
-¿Oficinas? Uh... Suena a dinero y a nivel.
-¿Crees que si fuese rico vendría a una universidad pública?
El chico se quedó callado, y le miró mientras se acariciaba una fina barba.
-Tal vez estás aquí por el agotamiento del esplendor de la riqueza.
-Mis padres son abogados, y créeme, no son tan buenos como para que viva entre fajos de billetes ocultos en maletas.
-Pues que pena, me vendría bien tener un amigo adinerado del que abastecerme. -Dijo sonriéndole- Soy Máximo, pero si no me llamas Max tendré que matarte ¿y tú eres?
-Tranquilo, lo haré... -dijo bromeando mientras exageradamente tragaba saliva - Mario.
- ¿Y en qué año estás? - dijo agachándose para recoger sus monedas.
-Éste es el primero.
Max abrió mucho los ojos y le miró desde abajo.
-Estás de coña, ¿no? ¿has repetido algún curso?
-Una vez... Uno de natación.
-Venga va, fuera bromas -dijo levantándose y guardando el dinero en su bolsillo- ¿Tienes 18 años?
-Sí, ¿aparento más?
-Bastante más... Sé que un año no es una gran diferencia, pero ¡qué cojones, parezco tu hermano pequeño!
-No exageres...
-Bueno vale, tienes razón, sería un hermano pequeño demasiado músculo y atractivo para ti.
Mario se rió y le dio unos golpecitos en el hombro.
-En eso yo ya no me meto.
La llegada de la hora para entrar a clase se notaba, en los pasillos se escuchaba el alboroto que solo universitarios adormilados podían producir, es decir escaso y casi nulo.
La gente arrastraba sus mochilas y guardaba los cascos de sus motos o bicis en las taquillas para después arrastrase con aire dejado hacia sus clases.
El madrugar no perdona a nadie, bueno, excepto a las chicas, que animaban el ambiente con sus chismes del día de ayer, y eliminaban la presencia de ojeras que cualquier chico puede tener con exceso de maquillaje.
Aquel día tan corriente y tan normal, fue uno de los más importantes para Mario, porque Max le invitó a vivir una vida que su piano nunca le hubiese dado, aunque nunca consiguió que dejase de permanecer ausente en clase inmerso en su propio mundo. 

Hugo cerró su cuaderno y se acercó a la ventana para allí permanecer largos minutos perdido en el intenso tráfico y en sus luces rojas.


*   *   *    *   *   *

¡Huola!
Sé que Ali por su parte espera dos capítulos, pero para calmar sus ansias (que tanto agradezco) he decidido hacer mejor uno largo, que creo que perfectamente puede ser este e intentar escribir mañana otro cuando ya me haya despejado.
El domingo anterior no escribí por una sencilla razón, estuve leyendo durante todo el día un libro que por mi parte recomiendo y que se llama Bajo la misma estrella y cuyo autor es John Green, el que lo haya leído y lo haya disfrutado tanto como yo entenderá que me resultase imposible escribir, (o eso espero), ya que es un libro con una gran carga emocional,  consiguió que me pasase  media hora llorando y tal vez me quede corta, por lo que ni siquiera intenté escribir.
¿Sabéis esos libros en los que estás leyendo y de mientras piensas "joder, nunca podré escribir así de bien"? Pues eso me pasó a mí con el de John Green más el plus de decir, "joder, nunca podré escribir una historia que tenga tanto valor", porque no es un libro de los que te cambian la vida y encuentras una ideología, pero sí de los que, en mi caso, me voy a acordar siempre por lo afortunada que te hace saber que eres.
Estoy siendo un poco ambigua, pero es que no quiero decir nada del libro, ni de la historia, prefiero dejaros con la intriga.
Por otra parte, muchísimas gracias a Greeny, Marta y Ali, por darme vuestros consejos, porque es muy agradable saber que hay personas que te apoyan tanto en lo bueno como en lo malo, y saber que a pesar de que no me conocéis directamente os preocupáis lo suficiente como para ayudarme es demasiado, y si no sé agradecer vuestros comentarios, hacerlo por vuestra ayuda me resulta imposible, así que aunque os debo mucho y esto es poco, os lo dedico con todo mi cariño.
Al final, enfermé el miércoles de gastronteritis y no pude leer la carta, me toca esperar al jueves que viene para hacerlo, y esta vez yo sola, ya que todos mis compañeros han pasado ya el mal trago... Puf.
Creo que no tengo mucho más que decir.
Espero no haberos aburrido ni con el capítulo (que espero que os guste), ni con el resumen de mi semana.
Me pasaré por vuestros blogs durante esta semana ya que ahora necesito descansar.
Muchísimas gracias a todos, aunque en especial a vosotras chicas.
Un beso enorme, y felices carnavales.



17 comentarios:

  1. En primer lugar, "¿espero no haberos aburrido?". Luego soy yo la que vive en un mundo aparte.
    Tengo que decir, que sobre las partes de Mario tengo una gran curiosidad y me gustan mucho, pero también me encanta sumergirme en el día a día de Hugo. No sé, me encanta todo lo que haces.
    Y mi cara de gilipollas feliz al ver que el "para Greeny, Marta y Ali" es muy, pero que muy grande.
    Te voy a contar un secreto. El otro día, yo llevaba una sudadera de Batman y un chico me miro mal por hacerlo. Mi yo antes no habría vuelto a ponerse esa sudadera en mucho tiempo, pero hay una razón por la que ahora pienso hacerlo. Cuando compré esa sudadera, el dueño me dijo que podía grabarle mi nombre. Y yo en vez de Bea, puse Greeny. Así que estoy orgullosa de ella porque me recuerda a algo que es importante para mí, y eso hace que me dé igual lo que uno o dos idiotas piensen- dejando a un lado que es monísima y que a todo el resto del mundo le gusta *orgullo herido*- porque representa algo que me importa.
    Lo que quiero decir es que no importa lo que el resto de la gente diga, porque suelen criticar lo que no saben. Así que por favor, lee en alto y déjalos de piedra, porque puedes estar muy orgullosa de como escribes.
    Un besazo, Greeny

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    1. JAJAAJA
      Ay Greeny, yo que sé, tal vez es demasiado largo y esperabas una respuesta a lo del llanto, y mientras leías y buscabas esa respuesta te has aburrido desesperadamente, ¿quién sabe?
      Muchísimas gracias, el día de Hugo va a ser más monótono la verdad, y creo que en el presente va a haber respuestas que se van a reflejar en el pasado, que es lo único de lo que puedo sacar algo de interés, pero no sé si va a ser muy confuso de tantas ideas que manejo ahora mismo, porque ya tengo en juego la importancia del piano, y un párrafo que habla del norte, más las que quiero añadir... No sé, espero no confudiros.
      JAJAJAJA me gustaría ver esa cara, y no sabes cuanto.
      Sí tienes razón... Y toda la del mundo, así que procuraré hacerte caso, porque la verdad es que sí me dices que vas a dejar de ponerte la sudadera nada más que por un gilipollas tendría ganas de pegarte, porque sí a ti te gusta... Así que me has hecho entender el porque yo tengo que leer lo que hago sin sentir vergüenza.
      Que nos mire mal quien quiera, que cojones.
      Muchísimas gracias de verdad, me han dado ganas de que llegue ya el día, y no solo por quitármelo de encima si no para hacerme ver que puedo con eso y más.
      Muchas, muchas, muchas gracias por todo.
      Un besazo enorme.

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  2. Wow uff es que me ha encantado lo del placaje, las bromas todo, me encanta Max jajaja es que es genial quiero saber sobre la chica de la lluvia.Como siempre ya tengo ganas de más no se si podrás escribir tan bien como John Green pero yo creo que escribes de p*** madre ya lo siento por la expresión pero es así has nacido para esto.Me ha gustado mucho este capitulo.
    Un besazo gigantesco.

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    1. Jo María, muchas gracias, a veces me siento tonta escribiendo esas bromas porque no sé si al subirlo voy a quedar en ridículo, pero parece que por ahora las estáis acogiendo bien, así que genial.
      La chica de la lluvia es clave, es el eje de la historia y la respuesta a muuuuuuchas cosas que dejo en el aire. Toma pistaca.
      Pues intentaré escribir antes del domingo, pero solo por ser tú.
      Nah, John Green y demás escritores son insuperables e inalcanzables, pero joder, muchísimas gracias, y no te preocupes por la expresión me gustan las cosas directas jajajaja, muchísimas gracias, en serio, me has alegrado el día con esto.
      Y a mi me ha gustado más tu comentario.
      Muchísimas gracias Maritxu, un beso enorme.

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  3. Hola, yo soy una tal Wendy que se ha perdido y no se encuentra, pero que todas las noches se mete en tu blog, pequeña escriba de sueños, y desea con fuerza leer algo tuyo, que me distraiga y me aleje del mundo, como sueles hacerlo.
    He de reconocer que he estado desaparecida, pero mi vida no me ha dejado espacio para W.
    Ahora, creo que puedo intentar volver, no prometo nada, pero tus comentarios me dan energía, me alegran, aunque sean cortitos e intensos.
    En cuanto al capítulo, ¿qué decirte? Que me enamoras con cada palabra y me haces morir de ganas de conocer a Mario.
    Y nada, sobran las palabras querida Laura.
    Muchos besos con polvo de hadas de ese del que casi no me queda, y espero leerte pronto.

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    1. Jo Wendy que ilusión leerte, el día que te comenté que se te echaba de menos por aquí lo hice con una esperanza bastante muerta, pensaba que ya no iba a saber más de ti.
      Así que no sé que me alegra más, si el saber que te gusta lo que hago y que nunca has dejado de leerme ó el saber que aún me quedan entradas con ese toque Wendynesco por leer, antes o después.
      La verdad es que ahora no me preocupa cuanto tiempo pueda pasar para volver a leerte, porque sé que lo tienes en mente y para mí eso ya es suficiente.
      Muchísimas gracias de verdad, a Mario le conocerás mejor, te lo aseguro.
      Muchos besos para ti también, y no te preocupes por el polvo de hadas que esa magia volverá a ti tan pronto como de nuevo te pongas a escribir.

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  4. Lauuuuuuuuuuuuuura, cada día escribes mejor, jo.
    Te echo de menos, cuando puedas háblame y eso.
    Besos :3

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    1. ¡Luna!
      Que conste que hace unos días te escribí un correo, pero Blame me lo había pasado mal, por lo que sigo esperando a que me llegue bien para poder hablar.
      Y muchísisisisimas gracias.
      Ojalá escribieses pronto, así seguramente podría decirte lo mismo, ya que siempre que te leía yo también notaba mejoría en lo que hacías.
      Un besazo enorme.

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  5. Lauuuu!! Tía, no me puedo creer que nos hayas dedicado el capítulo, que emociooon!! Además, esperaba con ansia tu capítulo (da igual uno que dos siempre que sea tan genial como este) aunque a lo mejor no te lo creas porque he tardado en comentar, pero es que tengo un examen muy importante el lunes y no me he metido en el ordenador nada :S
    Ahora en serio, me ha gustado mucho, tu forma de escribir y, a pesar de que tu lo niegues, de realizar los diálogos, engancha de una manera tan increíble que es imposible resistirse. Cada vez que me aparece una entrada tuya sonrío y me entran unas ganas tremendas de leerla, que lo sepas :)
    Y que muchísimas gracias por dedicarme algo tan valioso como esto, de verdad.
    Un besazo <3
    P.D. ¿Qué tal la carta? Le encantó a todo el mundo, seguro :D

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    1. ¡Alii!
      Como para no dedicaroslo, debería hacerlo con cada uno de ellos.
      JAJAJAJ me alegro de que no te haya sabido a poco, ya que no estaba segura de que fuese suficiente y menos después de incumplir mi promesa, que ésta va a ser ya la segunda vez. Soy un desastre, lo siento.
      No te preocupes por tardar en comentar, ya ves tú, yo también soy de las que se retrasan también bastante, pero espero que al final consiga alegrar a la gente a la que comento al igual que tú has conseguido hacer conmigo.
      Muchas suerte con el examen, sea de lo que sea, cuando uno se esfuerza mucho tiene todas las de ganar, así que seguro que sacas buena nota, y si es así yo te aplaudo desde aquí.
      Tal vez no sea tan pésima como pienso en lo de los diálogos y tenéis razón... Pero como no suelo escribirlos y cuando lo hacía eran antinaturales, ahora me siento un tanto incómoda al hacerlo, pero es cuestión de práctica el acostumbrarme, pero muchas gracias por hacer que me crea las mentiras que me decís ;P
      A mí me pasa lo mismo con tus capítulos, que por cierto, se echa de menos tu historia por mis actualizaciones, el día que subas un capítulo daré botes de alegría.
      Nah, muchas gracias a ti por hacerme sonreír como una autentica tonta.
      La carta creo que bien, al final la gente de mi clase reaccionó más entusiasta que mi profesora y acabaron todos aplaudiendo... Aunque esta gente hace lo que sea para armar follón, así que tampoco me tomé muy enserio esos aplausos, no me creo a nadie... Suelen ser unos hipócritas normalmente.
      Muchas gracias por todo, por leerme, por comentarme, por preocuparte por mí, vamos, que todo lo que te debo nunca podrá ser agradecido con capítulos.
      Un besazo enorme Ali.

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  6. ¡Hola Andrea!
    Ya me he pasado antes de comentarte por tu blog, y yo también te he dejado mi comentario, espero que lo leas pronto.
    Muchísimas gracias por seguirme, hacía mucho tiempo que no veía a gente nueva por aquí, y me has hecho pensar que mi espacio no estaba tan muerto como pensaba, así que muchas gracias por traer aire fresco por aquí.
    Ahora mismo te sigo, ya que he conseguido por fin entrar en el ordenador, y sobre lo de los consejos, como ya te he dicho en el comentario, dudo en que pueda darte alguno ya que tu blog no los necesita.
    Un beso y muchas gracias.

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  7. ¡¡FEEEEEELIZ CUMPLE!! Qué mayor te haces...
    Escribe pronto, anda.
    Besos :3

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    1. ¡Luuuna!
      Muuuuchísimas gracias, bueno, un poquillo, peor nah.
      A ver si consigo tu email de una vez por todas, Blame no me contesta...
      Te lo dejo aquí a ver si hay suerte y puedes contactar conmigo.
      Laura.amunt@gmail.com
      Un beso enorme

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  8. Sé que voy con retraso respecto a el comentario, la verdad, es que tengo la manía de ir tarde a todos sitios... siempre me dejo esperar unos cinco minutos, aunque normalmente no once días o más, así que lo siento muchísimo, aunque por lo que veo ya te han dejado unos buenos comentarios, de lo que me alegro muchísimo, aunque pensándolo bien no es nada extraño con EL CAPITULO que has subido.
    Y lo pongo en mayúsculas, porque es un SEÑOR CAPITULO, entradas como están son una maravillas de leer y contemplar, seguramente le han dado un premio a alguien por mucho menos.
    Y es que siento debilidades por tu escritura. No sé si será por la forma en la relatas, describes y nos introduces a tu mundo o lo bien que se te da hacer conversaciones o quizás por ser tu… pero me tienes totalmente enganchada a todo lo que escribes y todo lo que haces.
    Porque eres simplemente fenomenal, un ejemplo a seguir y yo, como una buena fans tuya que soy solo puedo decirte que nunca dejes esto. Yo amo escribir y amo leer. Y este es un amor de lo sinceros.
    Y bueno que hoy me he acordado de ti, estaba aburrida en una clase mirando la agenda y me he dicho 21 de febrero… ¿De qué me sonara? ... ¡Muchísimas felicidad guapa! Espero que aunque hayas tenido instituto sea un día memorable para ti, de esos que se recuerdan, que te lo hayas pasado muy bien y que te hayan regalado muchas cosas… pero si realmente espero algo es que no te hayan cantado cumpleaños feliz en la clase Jajajajaja yo tengo la suerte de que sea en verano pero las caras de la gente cuando se lo cantan es para echarle una foto… pues eso que disfrútalos mucho que todos los días no se cumplen años.
    Un beso enormeee!

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    1. Uh, y me lo vas a decir a mí, tardona oficial en responder-poner comentarios.
      No te preocupes por lo que has tardado, más delito tengo yo en no haber subido los dos capítulos de domingo que os debo...
      Jajajajaj ya estoy súper contenta, hacía mucho que no tenía tantos comentarios positivos, muchísimas gracias.
      Joder, entonces si eso es verdad el día que lean el argumento de tu historia, te lo comprará alguna editorial directamente.
      Muchísimas gracias de verdad, voy a optar por imprimirme tus comentarios, así cuando esté baja de moral los leo y me sube el autoestima como la espuma.
      ¿Ejemplo a seguir, yo? oh, no.. jajajaj para nada, tú misma eres uno de los mejores ejemplos que puedes seguir, no lo sabes bien...
      Jajajajaj muchísimas gracias, no veas la ilusión que me ha hecho que me dijeras lo de la agenda, porque muchas veces me gusta pensar que alguien mirando su agenda y pasando por mi fecha se podría acordar de mi blog, así que me ha hecho mucha gracias que me lo dijeras.
      La verdad que fue un día de lo más normal, pero creo que lo fue porque yo me empeñé en sentirlo así, no porque no quiera cumplir años ni nada, sino porque nada de mi vida iba a cambiar al pasar de los quince a los dieciséis y eso impidió que me sintiese emocionada.
      Aún así, al día siguiente me hicieron una fiesta sorpresa mis tres amigas, (te envié una foto por sms) y genial.
      Y que va, en mi clase te felicitan todos en tropel pero nada de cantar, por suerte.
      Muchísisisisisimas gracias Marta, un besazo enorme y un abrazo muy fuerte.

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  9. Con retraso lo sé vengo con retraso u.u pero se me ha ido la cabeza cuando venía a decir algo ._. y es que tu entrada me ha dejado sin palabras... y sin es sin... podría decir que me encanta pero eso se quedaría corto...
    Puedo decirte, que como tu blog bien indica, muchas felicidades por el 21!! también con retraso u.u pero más vale tarde que nunca no? Muchas felicidades de corazón y espero que haya sido un gran día para ti :)
    Se te quiere y esas cosas
    (K)

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    1. Y yo con más retraso te contesto (de nuevo)
      Me alegro de que te encante, y me entusiasma la idea de haberte dejado sin palabras, la verdad, eso no se consigue todos los días.
      Mil gracias más por haberte acordado, aunque sea con retraso, siento que sueno un poco fría, pero de verdad que te lo agradezco montón.
      "Se te quiere y esas cosas" como marca distintiva de Leo, me voy a acordar de ti siempre que lo lea/escuche, verás, jajaj
      Muchísimas gracias por todo.
      Un beso :3

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