#19: Siempre estaré presente.

Alan apoyado en la pared da vueltas al asunto intentando encontrar el motivo de la reacción de Noemí, intentando entender lo que ha hecho mal, vale sí, le ha levantado la voz, pero todavía no ha superado la traición de su novia, es algo más que respetable ¿no? 

El chico cruza los brazos pensativo mientras escucha el agua del grifo que ha abierto Noemí, ella se lava la cara intentando así disimular sus lagrimas y dejar de llorar, se quita la camiseta y los pantalones del chico y los dobla cuidadosamente dejándolos en la taza del wáter, se coloca el vestido azul ennegrecido por el bajo a causa del barro y se mira al espejo un par de veces intentando reconocerse. Abre la puerta y cruza una mirada de desprecio rápida con Alan mientras intenta deshacerse de él y salir corriendo, pero éste no le deja, le agarra de la cintura por detrás impidiendo que avance y como muchas otras veces hace que le mire a los ojos haciéndola girar fácilmente. 

-Venga Noemí, sabes que no es verdad lo que dices.

-¿Ah, sí? Y me lo dice aquí... Aam sí, el amigo que no hace otra cosa más que mentir.

-Yo no te miento. Nunca te he mentido.-Dice Alan frunciendo el ceño y aguantando un suspiro.

-Si, Alan, si... ¿Por qué no te tragas tus palabras y te das cuenta ya de que tu no quieres a otra que no sea Alice? ¿a quién quieres engañar? 

-¿Y tú? ¿tú a quien quieres engañar? Vamos Noemí, puedes irte por esa puerta -dice señalándola- pero todo lo que hay ahí fuera esperándote es peor de lo que hay aquí dentro, y lo sabes. ¿Qué quieres? ¿Ir a llorarle a tu querido Abel para que perdone tu impulso de abandonarle para no tener que vivir en la calle? o mejor con tu padre ¿no? ¿no es ese el que se aprovecha de ti y cuando no lo hace te ignora completamente? ¿quién te queda Noemí? 

-Nadie.

-Sí, ¡estoy yo, siempre lo he estado y lo estaré!

-¡No! ¡no siempre lo has estado!

-Pero ayer ese tema ya quedó zanjado. ¡Joder Noemí que no ha sido fácil tampoco para mi! ¿Piensas que yo soy feliz sabiendo que he podido perder y estoy perdiendo a la persona mas importante de mi vida mientras completamente ciego estaba siendo utilizado? ¿De verdad piensas que no sé que me he enamorado de una furcia que me ha dejado tirado a la primera de cambio? No, enserio ¿qué piensas? ¿que disfruto cuando me hacen daño y cuando yo lo hago? ¿qué me gusta verte así? ¿qué no me duele todo lo que me has dicho? ¡Pues claro que me duele! Sobre todo porque por una vez que consigo desahogarme, liberar todo lo que siento hacia ti, vas tu y lo pones en duda. Pues nada chica, tu verás, puedes intentar olvidarme pero siempre estaré presente, así que como tu quieras, puedes coger lo poco que te queda, que no es nada, y salir por esa puerta y enfrentarte a un mundo en el que yo ya no estaré, en el que me iré definitivamente porque tú no me quieres en él.- Dice fríamente mirándola a los ojos con tanta intensidad como puede y soltándola para darle la libertad que necesita para que se vaya, pero ella no consigue moverse, ni articular palabra, su cara no refleja ningún sentimiento ni ninguna emoción, ni siquiera el dolor que siente ahora se ve en su mirada pero una de sus valientes lagrimas empieza a deslizarse por su mejilla, él la intercepta con el pulgar y le da un beso en la frente.

-Noemí, no solo tú me necesitas a mi, los dos nos necesitamos mutuamente ¿no te acuerdas de lo que nos prometimos aquel verano?, sí, ese día entre aspersores y zumos de naranja recién exprimidos, una de esas tardes en las que matábamos el tiempo juntos y en la que nos prometimos que siempre lo estaríamos, ¿te acuerdas? porque yo sí  me acuerdo de como nos prometimos que nunca nada, ni nadie podría separarnos. ¿Vas a dejar que eso ocurra? 

Noemí niega con la cabeza un par de veces y mira hacia la pared de su derecha evitando su mirada.

-Y ¿tú? -consigue decir ella.

-No, nunca más. Anda ven aquí.-contesta con una tímida sonrisa y atrayéndola hacia el por la cintura mientras le abraza.