22 de agosto de 2012

#07: Amargos estruendos.



Empiezo a correr, mirando donde piso y dando las zancadas más grandes que puedo.
-¡Mierda!
Varias personas se giran, pero ellos no saben lo que es acordarte de que es viernes y de que hay cena familiar.
Además mi madre me va a matar como vea mi camiseta.
Tengo que cambiarme en cuanto llegue.
Con suerte mis tíos aún no habrán llegado por lo que la creída de mi prima menos.
No aguanto a esa mocosa, corro con más fuerza, es una impertinente, siempre haciéndose la buena cuando es el demonio en persona.
-Falsa...- gruño entre dientes.
No la soporto, ya estoy viendo a Adele cogiendo su vaso con el meñique alzado y sonriendo perversa atenta a mi silencio.
Nuestro odio es recíproco, pero lo bueno es que todavía no nos ha dado por hacernos la vida imposible.
Subo las escaleras, toco la puerta y descanso apoyando mis manos en las rodillas.
Mi madre abre la puerta y antes de que me diga 'hola' yo ya estoy corriendo hasta mi habitación saltando de dos en dos los escalones.
Le oigo suspirar y como cierra la puerta que chirría despacio.
Entro a mi habitación y voy directamente al armario, cojo lo primero que veo, un vestido blanco.
A pesar de lo mucho que odio esta ropa, no quiero hoy problemas con mi madre, que siempre le gusta que vaya elegante.
Me quito la camiseta rota y la escondo debajo de la almohada junto al pijama.
El pantalón lo dejo tirado al lado de un cajón y me pongo el vestido y unas sandalias sin tacón. Nunca me verán con esa cosa.
Vuelvo a bajar las escaleras deslizándome por la barandilla de madera y entro corriendo en la cocina. Cojo un trozo de queso al vuelo y le doy a mi madre un beso en la mejilla.
-¿Necesitas ayuda?
-Sí, lleva esos platos a la sala.
Cojo las ensaladas y salgo por la puerta, hoy noto su voz más apagada de lo habitual. Se habrá enfadado con papá, a lo mejor le ha reprochado lo de esta tarde y mi padre no es de esos de recapacitar y pedir perdón.
Es un hombre demasiado orgulloso como para eso.
Dejo las ensaladas en la mesa y me asombro por la decoración de ésta, hoy mi madre la ha decorado especialmente bonita.
Escucho el timbre.
-¡Ya voy yo! - grito mientras corro.
Al segundo estoy delante de la puerta, miro por la mirilla, es mi tía Sophie.
Abro la puerta.
-Hola. - saludo indiferente apartándome para que entre.
Me da dos besos a los que yo no respondo. Es la hermana de mi padre.
-¿Qué tal Minna? ¿dónde está tu madre?
-En la cocina. -contesto ignorando su primera pregunta y dándole a entender que no tengo ganas de hablar con ella.
Me quedo en la puerta observando como camina a duras penas con los rascacielos que lleva por zapatos.
Taconeando con fuerza sobre la madera haciendo resonar ese infernal ruido por toda la casa.
Dejo la puerta abierta para los que están al llegar, y camino hacia el salón, cuando paso por la puerta de la cocina, escucho a mi tía conversar animada, lo más parecido a cotorrear sin apenas dejar que mi madre intervenga. Es una pesada...
Me siento en el sofá mirando al techo y pienso en él. Un escalofrío interno rebota en mi estómago. Mañana he quedado con él, bueno no... ¿Hemos quedado? Yo no le he dicho que sí, tendría que haberle contestado, pienso dejando caer con fuerza la cabeza en el sofá.
Soy imbécil... ¿Y si mañana voy y no está? No. Sí que estará, es un chico listo, habrá notado la emoción en mi cara cuando me lo ha dicho. O eso espero, ¿pero para qué querrá quedar conmigo?
Suena el timbre. Serán los demás, me levanto frustrada por la interrupción y salgo a recibirles, podrían entrar ellos que para algo he dejado la puerta abierta, fijo que ha sido Adele.
¡Bingo! Ahí está de brazos cruzados con un vestido negro. Somos todo lo contrario.
Le saludo con un gesto de cabeza con la expresión más seria que puedo mientras ella me hace el repaso mirándome de arriba a abajo.
Saludo a mis tíos con dos besos y veo que por detrás llega mi padre, cómo me gustaría cerrarle la puerta en la cara, pero mejor me controlo, si eso ya lo haré mañana.
Media hora después estamos todos sentados en la mesa, yo como siempre mantengo mi silencio perpetuo en estas cenas. Odio estas reuniones familiares que solo consiguen más trabajo para mi madre.
-¿Qué tal el trabajo Adler? - Interrumpe mis razonamientos mi tía Sophie preguntándole a mi padre.
-Pues ya sabes, lo de siempre.
-Mucho impresentable ¿verdad? - interviene mi tío Josh.
- Demasiado, pero pronto se les acabará la suerte por lo que se oye entre los funcionarios.
-¿Por qué? - pregunto con fuerza sorprendiéndome de la ruptura de mi promesa de silencio.
-Porque se cambia la junta y hay nuevas elecciones, y todo va a cambiar.
-Para los judíos ¿verdad?- digo confiando en mi misma.
-Sí. - Contesta seco, sé lo que está pensando, sé que piensa en lo ocurrido esta tarde, en la supuesta deslealtad que he tenido con él por decir que he quedado con un judío. Estoy segura de que no quiere que mi familia se entere, pero yo también tengo mi orgullo, y me da igual lo que los demás piensen de mi. Prefiero quedar como una deshonra para toda la familia, pero dejar las cosas claras. Yo no me ando con tonterías, lo debería saber.
-¿Te acuerdas de que esta tarde había quedado con un judío?
Puedo escuchar tragar saliva a toda la mesa, mientras mi prima parece tener ansias de guerra mientras sonríe irónica.
-Sí. - Me mira con odio.
-Pues era mentira.
Suspira y se ríe, carcajeándose aliviado de mi y de la situación, y los demás como perros falderos le siguen, y eso que no tienen ni idea de lo que hablo. Se acabaron las gracias por hoy.
-Pero - todos se callan y me miran curiosos - hoy se puede decir, que le he salvado la vida a uno. ¿Por qué tanta rabia, por qué tanto odio? - miro desafiante a mi padre hasta que escucho la desquiciante risa de mi prima. - Me gustaría verte a ti -digo señalándola- en un callejón sin salida, sola, con cinco chicos rompiéndote ese precioso vestido que hoy llevas, arrancándote el pelo a puñados y desfigurando tu bonita cara. Me gustaría escucharte reír cuando te dieses cuenta de lo sola que estás y de las pocas posibilidades de sobrevivir que tienes, tan solo por que a alguien le apetece pegarte por ser alemana.
Miro a mi madre de reojo mientras siento la inquietud del ambiente, ella mira el plato, pero no avergonzada, sé que en el fondo se enorgullece de mi atrevimiento, aunque no lo hace saber.
Mi padre se levanta y me mira con más odio si cabe que esta mañana, me acabo de convertir en polémica.
-¡Vete a la cama! - grita mientras da un golpe seco en la mesa.
-Tranquilo Adler, dice mi madre levantándose junto a él y poniendo su mano sobre la suya.
-¡Vale! - Contesto con rabia mientras arrastro con fuerza la silla hacia atrás que cae dando un golpe, y por supuesto sin dejar de mirar a mi padre. - Buenas noches - digo ahora fijándome en la reacción de mi prima antes de subir las escaleras, que por cierto se ha quedado muda y he borrado completamente su odiosa sonrisa.
Creo que hoy quedarse sin cenar va a merecer la pena.

4 comentarios:

  1. Joder, diós mío.
    El capitulo en si es perfecto y diós JAJAJAJA.
    La pelea en la mesa es lo más has hecho ver quien manda aqui hombre que si ajja.
    Joe, me ha encantado uno de los que más me han gustado.
    Me ha gustado cuando le dice todas esas cosas a su prima. AGQJHKLMNQYUJZ.
    *-* Y GRACIAS POR PUBLCAR TAN SEGUIDO :)

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  2. Como los tuyos Carol ¿o es qué no lo sabes?
    Sí, en ese momento domina, pero el padre tiene que mantener un dignidad, así que no tendría tan seguro quien manda, eh.
    Me alegro de que te haya gustado, yo pensaba que iba a ser aburrido, porque me ha salido demasiado largo, pero después no sabía que podía quitar y lo he tenido que dejar así.
    JAJAJAJ en esa parte he disfrutado, es que yo jo, me pongo en su lugar y vamos, como si la prima fuese mía, yo me desahogo.
    No me des las gracias hombre, que menos. Yo quiero leer alguno de tus capítulos pronto. Te pasas de lo bien que escribes, así no se puede ;)
    Un besazo preciosa, muchas gracias.

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  3. Laura, a ver como te lo digo... Jodida, absoluta y completamente perfecto. Dios, Laura, Dios. Yo ya soy fan incondicional de Shur , pero me ha gustado mucho lo que ha hecho Minna en la cena: poner las cosas en su sitio y ser valiente
    tú te das cuenta del talento que tienes? Eres increíble impresionante:)
    Un besazo y a ver sí puedo publicar pronto >.<
    <3

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  4. Greeny, muchas gracias, jo yo también quiero leerte para decirte todas estas cosas, que ya te echo de menos por mi tablón.
    ¿Talento? No lo sé, ahora ya estoy confundida, pero gracias, gracias no, muchísimas gracias.
    Ojalá puedas, que quiero petar tu blog a comentarios, joder.
    Un besazo preciosa.

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