18 de marzo de 2013

Ella, una chica de porqués.

Click.



Y cuando sientes que el tiempo se frena, es cuando los porqués más se agolpan en tu conciencia.

Y ella sin duda era una chica de porqués.
Se pasaba las horas mirando por la ventana y preguntándose por qué el viento aminoraba su fuerza, y por qué aquella deceleración conseguía que pareciese que las ramas flotaban, que se suspendían, y que se balanceaban con una delicadeza imprevisible después de haber sido azotadas.
Se preguntaba por qué una de cada diez personas reparaban en ella cuando cruzaban por en frente de su ventana. ¿Y las demás, no eran lo suficiente curiosas?
Se preguntaba por qué la luz del atardecer de aquella tarde no era tan anaranjada como otros días, y por qué las nubes ese día acostumbraban a tapar el sol veinte segundos después de que su luz le golpease la cara.
Se preguntaba porque el sábado dieciséis aquel gorrión decidió posarse en el alféizar de su ventana, para segundos después echar a volar como si no hubiese mañana. ¿Quería que se cerciorara de la libertad que le pertenecía, mientras ella permanecía enjaulada?
Se preguntaba por qué los martes la luz de las farolas se encendían dos minutos más tarde que los demás días de la semana, y por qué parecía que ese retraso contribuía a las prisas del señor del maletín, que siempre corría acalorado cuando cruzaba la esquina.
Se preguntaba por qué las personas dejaban de cruzar el paso de cebra por no tener que dar dos zancadas a la izquierda.
Se preguntaba por qué la tierra absorbía tan rápido la lluvia de la tormenta de ayer, y por qué los truenos habían resonado siempre siete segundos y medio después de que los relámpagos la cegaran.
Se preguntaba por qué las nubes eran tan solo vapor de agua cuando parecen tan sólidas y esponjosas, y por qué hay que engañar a los niños en Navidad con patrañas ¿de esto trata la vida, de falsas ilusiones y esperanza para que después la verdad duela?
Sin duda, eso también se preguntaba, al igual que intentaba comprender  por qué necesitamos el amor de las personas, por qué necesitamos que nos quieran para no sentirnos fuera de lugar, por qué dependemos tanto de los demás cuando el rechazo nos duele como nada.
Eso se preguntaba cada vez que la pareja de las cuatro menos cuarto se paraba en frente de su ventana y se besaba con pasión desenfrenada.
Pero también se preguntaba por qué duele tanto el desamor, cuando un mes después el chico de aquella pareja paseaba solo cabizbajo a la misma hora.
También se preguntaba por qué el vecino del edificio de enfrente llegaba tambaleándose hasta casa, por lo menos una vez a la semana, y su mujer solo salía a la calle minutos después de que su marido se fuese de copas.
Se preguntaba por qué nadie invitaba a jugar al pilla-pilla al niño negro que se pasaba las horas muertas preguntándose en una esquina, predestinado a ser como ella.
Pero siempre hubo una pregunta que destacaba entre todas, que la perseguía, y que cada vez la ahogaba más viendo que se aproximaba su hora, y es que...


¿Por qué se sentía tan sola? 

11 comentarios:

  1. Es increíble ¿EL por qué? No lo sé. Pero has conseguido que me pare a pensar el por qué de tantas cosas. Yo siempre creí que había una razón por cada pequeño detalle, pero nunca me había preguntado qué razón era esa hasta hoy. Felicidades, te ha quedado precioso, aunque el final un poco triste.
    Me encanta.

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    1. ¿El porqué? Me alegro de que me hayas hecho esta pregunta, la respuesta de su soledad se puede interpretar en las palabras en negrita, son los factores que han hecho que se sienta sola.
      Y muchísimas gracias CC, tu comentario me ha alegrado el día, y también me alegra muchísimo haber conseguido que alguien se pare a pensar sobre algo que he escrito, creo que es la primera vez que lo consigo, o si no de las primeras.
      Sí... Tal vez tengas razón y podría haberlo acabado con un final feliz, pero si te soy sincera quería que la última pregunta fuese respondida en el texto y solo se me ha ocurrido hacerlo de esta manera.
      Tal vez la próxima sea más optimista.
      Muchísimas gracias, de corazón y me alegro de que te haya gustado tanto.
      Un abrazo.

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  2. ¿Sabes Laura? A veces es mejor no saber la respuesta y mucha gente no se da cuenta de eso... no todo en esta vida tiene que tener un porque, un argumento, algo escondido detrás de eso que se ha dicho; esas dobles intenciones que solemos malinterpretar... aunque yo soy la primera en buscar respuestas y aunque yo soy de letras indiscutiblemente, tengo que reconocer que los científicos, químicos, arqueólogos y demás, se ocupan de responder muchas de las preguntas que nos podemos hacer y eso es de apreciar.
    Y supongo que aunque esto suene muy contrario a lo que he dicho, a veces las respuestas lo cambian todo.
    Llámame ilusa, ingenua... pero yo prefiero no saberlo todo; quizás por miedo a lo que descubriré o quizás porque prefiero dejarlo así.
    No se como decirte, sin utilizar la palabra ME ENCANTA, que creo que la estoy sobreutilizando que escribes terrorificamente e espantosamente bien y que con cada texto me gustas mas y mas todo lo que haces y de esto no Se ni quiero el SABER el porque.
    Muchos besos, guapa ;)

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    1. Pero en esa contradicción que has dicho hay una gran diferencia, porque las preguntas de unos son productivas y las de otros efímeras.
      La verdad que yo también opino como tú, hasta que el pájaro del sábado dieciséis se apoyó en mi ventana y no pude evitar preguntarme por qué, todo lo demás es pura ficción, pero el gorrión me dio la idea.
      Muchísimas gracias, me alegro de que te haya gustado tanto como yo he disfrutado escribiéndola.
      Un besazo enorme Marta, me pasaré por tu blog pronto, lo prometo.

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  3. Yo ya no sé que decir, o qué hacer.
    Si maravillarme, si exigir más entradas, si ya quedarme alucinada en el sitio o babear frente al ordenador.
    No sé, Laura.
    Ya no sé ni que decirte.
    Sobre los porqués, yo siempre he preferido la verdad a una mentira. Las cosas de frente. Aunque hay cosas que quizás es mejor no plantearse.
    ¿Tú crees eso de que a veces la ignorancia da la felicidad?
    Aunque puede ser, que saber, aunque duela, te permite darte cuenta de cómo es la realidad en la que vives.
    Pero a veces me pregunto si esa es la mejor opción, o es preferible vivir en una realidad particular y conectarse a la realidad verdadera sólo de vez en cuando.
    Y esta clase de reflexiones son el resultao de quedarme escuchando música toda la arde sin hacer nada productivo.
    Un abrazo.
    P.D.Vi en la entrada de antes que te gusta The Pretty Reckless. Fangirleo con tus gustos musicales. Te voy a pegar el verbo, ya verás.

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    1. Menos mal que no sabías que decir 'ja mía, si no yo sí que no sabría como contestarte jajaj.
      Yo creo que sí, porque creo que es cuando empezamos a ser conscientes de las cosas cuando la vida se complica más, por eso hablamos de la felicidad de los niños con su característica inocencia e ingenuidad, ¿no crees?
      Pero de todos modos tu tienes razón, a mí personalmente no me gustaría vivir mi vida siendo engañada por mi ignorancia, ya que vivimos habrá que saber el qué.
      Y sobre lo de la realidad particular, creo que todos necesitamos un lugar donde perdernos, escondernos, olvidar, pero al final es esa realidad la que provoca que quieras huir de ella, así que yo creo que por mucho que intentemos escapar de ello estamos demasiado ligados a la realidad de lo que muchas veces nos gustaría.
      Pues sinceramente, me ha encantado tu reflexión y poder pararme a pensar sobre ello, aunque como tu dices sea poco productivo te lo agradezco.
      Así que lo dicho, muchas gracias y a FANGIRLEAR con Pretty Reckless.
      Un beso enorme.
      PD: Por supuesto, este verbo te lo plagio.

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  4. Rechazo, desamor, enjaulada... 3 palabras que me hacen preguntarme el ¿Por qué? Sin duda una entrada que da de que pensar, sin nombrar el porque siempre nos estamos haciendo preguntas, es sin duda el porque de la gran cuestión. Me gusta el título, y la imagen, El título porque es clave. Y la imagen porque combina bastante bien. Un 10 de mi parte ;)
    Se te quiere y esas cosas
    (K)

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    1. Muchas gracias Leo, como creo que ya he dicho haceros pensar gracias a lo que escribo es lo más bonito que he conseguido hasta ahora.
      Me alegro de que te haya gustado tanto, el título ya fue por inspiración, no suelo ponerlos, así que me alegro mucho de que lo hayas destacado.
      Un abrazo fortísimo, muchas gracias.

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  5. Pequeña y maravillosa Laura, tiene un mensaje en el contestador:
    Hey, ¿qué pasa? ¿Cómo está todo? Espero que bien.
    Sólo quería decirte una cosa, eres una capulla. Sí, sí, eso he dicho.
    ¿Cómo lo haces para escribir así, jupé?
    Es que no es normal lo tuyo, en serio.
    Y ahora después del delirio, me centro y te cuento una cosa.
    Esta entrada me ha llegado especialmente. ¿Sabes por qué?
    Porque la soledad es una de las cosas que más me asustan y es que, ¿cómo ser feliz estando solo?
    Una vez, un rapero que escucho, dijo como: soledad empieza por ese, como silencio, suicidio, susurros por salvarme...
    Y esta increíble entrada me lo ha recordado.
    Supongo que hay que ser valiente para hablar de algo así y te admiro por eso.
    Además, no es sólo de lo que hablas, sino de cómo hablas. Me llegas y lo sabes.
    Bueno, creo que no tengo nada más que decir.
    Espero leerte pronto, un beso.
    Pi, pi.
    (Fin del mensaje)


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    1. Joder Wendy, mira que da gusto leerte por aquí, pero después de tus desapariciones habituales más que gusto provocas euforia chica, una pena que no hayas vuelto a escribir aunque me hayas comentado, porque créeme que después de leerte es lo primero que he ido a ver.
      La verdad que esa es una buena pregunta, estar solo debe de ser horroroso, no solo por la necesidad de compañía yo creo que también porque seguramente el que esté solo se lo achacará a sí mismo, y eso ya es una autentica pesadilla en todos los sentidos.
      De todos modos tu no deberías tener miedo a estar sola, porque seguro que siempre va a haber alguien a tu lado, eres demasiado genial para eso.
      Me gustaría saber de qué rapero y tema me hablas, quiero escucharlo.
      Muchísimas gracias Wendy, por hacerme saber que te llego, eso me hace súper feliz y lo sabes.
      Yo también espero leerte muuy pronto.
      Un besazo enorme, y gracias por este comentario tan original, tan tú.

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  6. Me ha encantado esta entrada.

    No sé por qué lo del "21 de febrero", pero sé que aterrizo aquí un 21 (algo es algo).

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