La soledad de estas vacaciones ha conseguido que razone, la única felicidad que ahora tengo que luchar es la mía, yo ya no puedo aguantar más problemas de personas que sé que no se van a preocupar por los míos.
No soy ninguna psicóloga nunca quise serlo, yo solo quería ayudar a mis amigos, algunos de ellos, pocos, si valoran mi ayuda, otros en cambio me la devuelven con ataques.
Estas son las vacaciones mas amargas de mi vida, ya que no se quienes son mis verdaderos amigos, y tengo la sensación de que nunca lo sabré...
No sé si poner un punto y aparte y dejarme llevar, pero no me quedan ganas de nada, me da miedo el rechazo, el volver y que todo haya cambiado, algunos dirán que soy negativa, pesimista, y demasiado extremista, pero solo estoy siendo realista, y mi día a día es que solo cuatro personas me echan de menos y mi grupo no es el que era.
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