25 de octubre de 2011

25 de Octubre.



Falta menos para que llegue la Navidad, el olor de las castañas asadas, y el frió que se te cuela en los huesos mientras ves los colores de las luces navideñas que iluminan las calles.
Algún grupo de niños cantando villancicos, y hablando entre ellos sobre los regalos que pedirán a Papá Noel, los Reyes Magos, o el Olentzero.
El espíritu navideño invade las calles, las casas de las familia empiezan a ser adornadas,, árboles de navidad grandes y llamativos con adornos preciosos y la estrella en lo alto de ellos.
Belenes en las entradas de las casas llenos de detalles.
Reuniones familiares brindando para que todo siga igual.
Me acuerdo de aquella vez en la que Papá Noel entró en casa y cerró la puerta de un portazo para hacer notar su presencia, el brillo en mi mirada ilusionada y la risa floja que me entraba por la emoción me avergonzaba, eramos totalmente ingenuos pero eramos felices mientras eramos engañados.
Saber que los vasos de leche que ponía para los Reyes Magos eran bebidos por mis vecinos, las cartas para Papá Noel nunca habían llegado, y aquella carta que me hicieron creer que era del Olentzero y leí con toda la ilusión del mundo fue escrita por mi abuelo no fue cosa fácil de asimilar.
Falta menos para volver a celebrar una de las fiestas mas bonitas del año, para hacer felices a los niños con la ilusión de sus regalos, y para poder olvidar por unos minutos la realidad, y vivir la fantasía de nuevo.

1 comentario:

  1. Ojalá todo fuera tan sencillo cómo soñar, pero despertarse es duro...
    te quiero

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