10 de octubre de 2011

10 de Octubre.





Que rápido pasa el tiempo, todavía me acuerdo de aquellas tardes cuando lo único que me importaba era no ser pillada mientras me escondía detrás de un árbol, o pasar las horas jugando a piratas, buceando por el profundo océano rodeada de tiburones luchando vida o muerte por alguna amiga que había naufragado.
Aquellas tardes cuando lo único que necesitaba era un lápiz y una hoja donde dibujar cualquier cosa que se me pasara por la cabeza, cuatro garabatos que en aquel entonces para mi se consideraba un Picasso, o hacer una figura de plastilina e ir orgullosa a enseñársela a tu madre, para que te dijera que eras una artista.
Y aquellos momentos en los que me abrazaba a mi peluche y lloraba desconsolada porque una amiga me había llamado una "palabra fea" que ni siquiera entendía.
Ver la tele con tus padres y ver que alguien se daba un beso era lo mas asqueroso y vergonzoso que podías ver, y a la tarde siguiente comentarlo con tus amigas y pensar en silencio "No, puaj, yo nunca haré eso".
El tiempo pasa volando, la imaginación se nos va agotando, y todo nos resulta mas duro, porque ya no podemos solucionar los problemas con un "caballito blanco", no, ahora nos tenemos que enfrentar a los problemas de cara, porque si no te tachan de cobarde. 
Y pensar que ahora sufrimos por amor, cuando antes, lo único que nos importaba era ser la más rápida, la que mejor dibujaba, o la que mas alto saltaba de todas tus amigas.


Ahora sé que mi felicidad dependía de mi inocencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario