18 de diciembre de 2011

18 de Diciembre.



Camino debajo de la lluvia arrastrando los pies y con la mirada perdida, intento ordenar mis ideas mientras me distraigo con las gotas que lentamente mojan mi cara, lloro por dentro mientras me lamento.
No tengo necesidad de compañía, quiero estar sola, correr sin rumbo hasta que el agotamiento me pare, pero ni para eso tengo fuerzas quiero sentarme a llorar haciendo que mis lagrimas se confundan con la lluvia.
Una nube de tormenta amenaza sobre mi cabeza haciendo que sobre mi lluevan preocupaciones, dudas, confusiones y problemas, lanzo un grito ahogado al cielo descargando parte de mis sentimientos en el, sentimientos que se lleva el viento.
Me siento incomprendida y perdida, ni si quiera encuentro la razón de mi ser, pienso de forma negativa sin intentar comprender lo bueno que tengo y que me da la vida, es mas, mi mente no me deja y me hace recordar uno tras otro los momentos malos dejando en el olvido los que de verdad merece la pena acordarse, mi subconsciente se centra solo en mis defectos haciendo que mi autoestima se encuentre por los suelos.
No encuentro la salida del laberinto en el que me encuentro perdida, y me he dado cuenta de que para encontrarla tengo que luchar, seguir intentándolo sin rendirme porque si desisto siempre estaré atrapada en el mismo mar de dudas.
Me he dado cuenta de que estoy sola ante el peligro, por mucho que estén ahí mis amigos, en los verdaderos problemas siempre estaré yo cara a cara con mi reto, que las decisiones importantes solo puedo tomarlas yo, y que cuanto mas inquietante sea la incógnita mas difícil de encontrar será la respuesta, y siempre seré yo la que deba resolverlo sola.
Sé que no debo esperar a que la lluvia amarga que cae sobre mi amaine sin poner esfuerzo alguno para que deje de hacerlo, tengo que hacer ver que estoy aquí para luchar para seguir adelante por muy difícil que sea conseguirlo.

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