21 de enero de 2012

21 de Enero.


¿Alguna vez te has sentido tan frío y distante que piensas que te has convertido en hielo?
Tengo experiencia en vivir esos momentos, en los que te acercas a personas y cada vez que abres la boca sientes que es peor, cada vez que abrazas a alguien sientes como si le hubieras congelado, es una sensación de pensar que has, te han, o te has fallado, y lo meditas, lo piensas en una esquina durante varios minutos seguidos y no encuentras el sentido a esa sensación, no tienes motivos para sentirte así, ¿será que lo necesito?.
No, nada tiene sentido, me encanta la compañía, sentirme una más, sentir que me quieren, y muchas de esas veces en las que arrastro los pies mirando a un punto fijo, pienso que no estoy bien aquí, que de veinte que somos solo me importan tres o cuatro personas, y eso ¿desde cuando es normal?, la gente no es tonta, es mas yo creo que son muy conscientes ya que a mi se me nota, y en este momento y desde hace mucho tiempo estoy siendo muy falsa, solo soy yo con estas cuatro personas que me han regalado su confianza, y gracias a eso me siento a gusto, pero miro a mi alrededor, y veo que del grupo en el que estoy yo soy un subgrupo, y presiento que si un día dejara de intentar sentirme de aquí y lo diera todo por perdido no importaría demasiado.
Es extraño, porque soy feliz, pero me siento fría, por esa sensación de no pertenecer a ningún sitio, no quiero quedarme en casa, pero siento que si salgo será peor, es un presentimiento que después se llenan de dudas.
Quiero pensar que es una confusión, que es una idea absurda que no tiene ni pies ni cabeza, pero ¿y si sigo mucho tiempo así?.
Espero que no sea así, porque no quiero tomar esa decisión de dejar todo a un lado, si a esas cuatro personas de verdad les importara pensarían que estoy siendo egoísta, pero es que lo extraño es que quiero que piensen eso, porque si no para mi todo sería una mentira, sería como el derrumbamiento de un iceberg, mucha apariencia de fuerte pero cuando menos te lo esperas se derrumba causando grandes olas que asustan, y me identifico, porque cuando caigo o lloro o exploto, y si exploto puedo hacer daño, sin quererlo, pero no puedo evitarlo, y esas olas que se forman con la caída de ese gran trozo de hielo y que se llevan todo lo que pasa por delante, sería mi dolor convertido en maldad haciendo daño a esas cuatro personas que en este momento son lo único que tengo.
Y la verdad es que me paso gran parte del tiempo maldiciendo mi negatividad, mi pesimismo, y mi facilidad por ponerme siempre en lo peor, porque debería quedarme con los detalles que demuestran que les importo, y en cambio me quedo con las dudas que me hacen pensar lo contrario.
No puedo ni debo depender tanto de ellos, pero es que no puedo evitarlo, me importan demasiado, se suele decir que un amigo es mucho, dos son demasiado y tres son imposible, yo en cambio tengo cuatro y no hago mas que quejarme.
Necesito pruebas o unos últimos detalles que me demuestren la verdad, y que con ellos pueda quedarme, ya que no quiero ser así, no quiero ser tan desconfiada, ni tan mal pensada, quiero ser feliz y poder estar bien sin tener que poner en duda nada, sigo pensando que soy un poco inaguantable cuando me pongo así, y que cada vez menos me gusta ser como soy, quiero cambiar, ya que sin quererlo ya he hecho daño a bastantes personas, y es lo que menos quiero. 
Me gustaría que el hielo que ahora sustituye muchas cosas se derrita para poder volver a sentir la afectividad que cada vez me cuesta más ver. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario