3 de abril de 2012

#03: No uno cualquiera.



-¿Noemí?- pregunta Alan sorprendido.
La chica levanta un poco la cabeza que tiene apoyada en sus rodillas y le mira con timidez.
-¡Ei! ¿qué te pasa?- vuelve a preguntar él al ver que la chica vuelve a esconderse entre sus piernas.
-Nada, ¿y a ti?, ¿qué se supone que te ha pasado?, ¿cómo es que nadie ha vuelto a saber nada de ti? Ni siquiera yo... -pregunta ella sin pausas sorbiendo por la nariz y agarrándose más fuerte a sus rodillas.
-Tenía cosas que hacer.-responde seco y distante.
Noemí levanta la cabeza y se tumba hacia atrás en el banco, respira fuerte intentando relajarse y consigue mirarle a los ojos.
-¿Tan importantes eran esas cosas?, ¿más importantes que yo?, ¿no lo era todo para ti?, ¿no era tu vida?, ¿no era yo la única que te hacía sentir bien cuando mas decaído te encontrabas?, ¿no era yo la razón de tu sonrisa?, ¿no era yo la chica que te encantaba abrazar? Lo eras todo Alan, todo para mi y lo sabes, en cambio surgieron esas cosas y te tuviste que ir... irte con un triste SMS, ése que todavía guardo en mi móvil y que me prometía cosas que incumpliste como... volver pronto.-Sus ojos se vuelven a inundar, pero consigue frenar las lágrimas excepto una que hace surcos recorriendo su mejilla.
-¿Te piensas que para mí fue fácil dejar a mi mejor amiga tirada?, ¿dejar por unos meses mi barrio, mi hogar, y mi respectiva vida que era tuya? ¿Enserio piensas que no me he acordado de ti? ¿que no he echado de menos tu sonrisa, tu risa, tus abrazos y tu mirada? Venga Noemí, ¿por quién me tomas?
-Te tomo por otro chaval más que se ha dado el honor de hacerme daño, otro tío más al que le he regalado mi confianza, mi cariño y el me ha devuelto todo eso dejando un gran vacío en el hueco que se hizo en mi corazón con el tiempo. 
Alan se sienta junto a ella en el banco, apoya un brazo en sus pierna y su mano sostiene su cabeza, mira en dirección a ella, sabe que hizo mal, sabe que debería haberle explicado los motivos de su ausencia, que debería haberle llamado y haberle contado todo, pero no podía hacerlo, podía, pero no quería. 
-Joder.-exhala un suspiro.
Noemí coloca la mano en una de sus rodillas y explota entre lagrimas.
-Joder, eso digo yo... Nadie sabe cuanto te he echado de menos, nadie sabe cuanto te he querido, ni cuanto he sufrido, nunca nadie lo sabrá. 
Él la mira, fija su mirada en su piel de porcelana, como él la recordaba, siempre tan delicada, tan perfecta, era una chica preciosa, nunca podía verla llorar, siempre conseguía sacarle una de sus preciosas sonrisas. Ahora no tiene recursos, no sabe como salir de ahí, no sabe que explicaciones darle, no quiere volver a el pasado. 
-Lo siento... - le mira fijamente.
-Demasiado tarde Alan, demasiado tarde... - Noemí se levanta del banco y comienza a caminar mirando al frente, queriendo perderse entre el horizonte.
Alan se levanta le agarra del brazo y hace que gire, consigue que le mire a los ojos, el le agarra de la cintura fuertemente para que no se marche, ella rehusa su mirada, quiere huir de ese momento, no quería recordar todas las noches en vela que pasaba con esas mariposas en el estómago cada vez que el le agarraba como justamente ahora está haciendo. 
-Suéltame. Por favor. Déjame.- intenta hacer fuerza para irse, pero en el fondo no quiere hacerlo.
Él la atrae hacia él, le abraza, ella resiste, pero al final se pierde en ese abrazo y las lágrimas empiezan a mojar el hombro de la camisa de cuadros de Alan.
-No me pidas que haga eso, nunca más podré soltarte.
-Lo hiciste una vez, ¿por qué no una segunda?
-Porque la primera fue contra mi voluntad, yo nunca quise hacer lo que hice, pero debía, las cosas cambian. 
-Sí. Las cosas cambian.
Noemí consigue despegarse de sus brazos y sale corriendo, huye, es el peor día de su vida, sus sentimientos se revuelven en ella, su agotamiento le causa dolor de cabeza. No entiende nada, es surrealista, el chico del que se enamoró desde que apareció en su vida, su mejor amigo, aparece de la nada después de una gran ausencia, y su novio, el otro chico con el que salía por despecho y por el que al final acaba enamorada le es infiel por otra, la constante pregunta en su vida que le remuerde la conciencia es ¿me saldrá algo bien en la vida?
Noemí sigue corriendo, mientras Alan tristemente observa como ella se aleja, como su vestido azul celeste hace pequeñas olas mientras corre y como su largo pelo rizado parece surfear por ellas, se deja caer sobre el banco, pero se levanta rápidamente, se ha sentado sobre algo. Sobre un cuaderno, no uno cualquiera sino el de Noemí, ése que sin querer ella se ha dejado olvidado.

4 comentarios:

  1. Me encanta. Buf, es precioso. ¿Mejores amigos? Genial *-* ¡TENGO ENORMES GANAS DEL 4! ajajajajaja xd Cuándo puedas, claro está.
    Un besazo enorme :D

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  2. jajajaj Meeel:DD seep, muuchas graaciaas, no se si el cuatro tendrá que esperar, por lo menos hasta mañana jajaj, por eso subí ayer uno de más, por si acaso:)
    Un beesaazoo graache;)

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  3. Madre mía...me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaa! :)
    Estoy deseando que publiques ya el siguiente ^^ Aber qué sucede.. xD
    Me tienes intrigadaa jaja Un besitoo Lauraa :D

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  4. Jajajaj muuuchas graaciaas, jo enserio no sabéis cuanto me animais... sin vosotras no sería para nada lo mismo, seguramente ni la hubiera seguido,;S
    Ahora me pongo a escribir el cuatro, haber que taal...
    Muuchas graciaas de nuevoo
    Uun beesazo!

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