20 de junio de 2012

20 de Junio.



Todavía al cerrar los ojos escucho las voces de aquellos turcos alentándonos a entrar a sus negocios, el graznar de las gaviotas que cruzaban el Bósforo, y el ruido persistente del agua sobre los toldos.
Todavía siento mis pies húmedos corriendo para resguardarme, yendo a contracorriente, observando como aprovechaban el río que en escasos segundos se había formado calle abajo, para tiras las grandes bolsas de basuras negras que irían a parar al Bósforo, los cubos llenos dejaban caer el agua como cascadas, y ellos acostumbrados a las tormentas repentinas seguían con simpatía mi carrera con la mirada.
Todavía puedo sentir entre mis manos el calor del té de manzana, su olor dulzón y su sabor amargo con la falta de azúcar.
Todavía recuerdo con exactitud las tejas de cerámica de la Mezquita Azul, las grandes columnas y su tupida moqueta pisada por millones de personas.  Las grandes medallas que colgaban en Santa Sofía decoradas con grandes letras que nunca sabré que ponían. Las elegantes lámparas que con facilidad rozábamos al elevar las manos a pesar de lo alto que era el techo. Tampoco olvidaré la penumbra de ese ancho pasillo para subir a la planta de arriba, un pasillo salido de un cuento en el que habitan dragones y hadas.
Tampoco olvidaré la plaza Sulthanamet, la primera plaza que pisé, la primera que recordaré, el primer destino dentro de ese tranvía atestado de turcos que con sumo respeto te hacían un hueco y compartían el poco oxígeno que quedaba ahí dentro.
Tampoco me olvidaré de los tulipanes, de su diversidad de colores decorando sus jardines, de las baldosas de sus calles, y de todos aquellos puestos ambulantes que vendían sus dulces, como aquel bollo de pan llamado Pogaça, las mazorcas de maíz y los zumos de naranja que inundaban las calles de un aroma dulzón que me encantaba.
Tampoco me olvidaré de aquellos ojos azules, felinos, que destacaban en la piel morena de aquel vendedor de helados, sus manos ágiles hacían trucos de magia, pero no había nada más mágico que su sonrisa de dientes blancos al ver nuestra cara de sorpresa ante su destreza en ese truco. Imposible de olvidar el sabor de ese helado, uno de los mejores que he tomado, todavía puedo sentir el frío mojando mis labios, y el chocolate consistente derritiéndose poco a poco.
Tampoco me olvidaré de el Gran Bazaar, un laberinto de tiendas, de joyas, de alfombras, de telas, de especias, un laberinto lleno de olores fuertes, de personas amables y alegres, lleno de trabajadores incansables que intentaban caerte bien tan solo para conseguir vender. Un laberinto en el que reír era lo más fácil y en el que te consumía el dolor de los pies, un laberinto de cinco mil tiendas de las que apenas pudimos ver cien.
Tampoco olvidaré las oscuridad de aquel lugar paranormal al que llamaban las Cisternas. Llenas de columnas, unas más decoradas que otras, por las que descendían gotas de agua, una laguna alumbrada por luz naranja en la que, de vez en cuando, escuchábamos el chapoteo de una moneda al ser lanzada. Todavía puedo cerrar los ojos y ver el pelo ondulado de Medusa dado la vuelta en una de las últimas columnas, esos ojos abiertos grandes que asustaban y esa nariz recta cubierta por un suave color verde de la humedad que se había colado en ella.
Tampoco me olvidaré del sonido de las grabaciones que emitían los altavoces de los minaretes, en las que personas con voz grave cantaban cosas inteligibles.
Tampoco seré capaz de olvidar la torre Gálata, colocada en un punto estratégico regalándonos sus vistas, dejándonos volar sobre su superficie, dejándonos volar sobre Estambul, dejándonos apreciar cada uno de los pequeños detalles de la gran ciudad, dejándonos ver el Bósforo y el Mármara en su mayor esplendor, dejándonos ver cada una de las mezquitas que sirven de culto y que tan importantes son.
Pero siempre habrá algo que destaque entre todo lo demás, esa sensación de paz que me sigue inundando cada vez que recuerdo el último atardecer en el Bósforo, el frío congelando cada uno de mis huesos, y el sonido de mi música omitiendo el del motor del barco. Poder cerrar los ojos y sentir algo distinto, poder sentir que la libertad llena tu cuerpo, que se te inundan los ojos de emoción y al abrirlos ves el cielo que te despide de naranja con una de sus mejores luces.
Por mucho que describa, por mucho que lo intente, todo lo que me alberga el pensar en Estambul nunca será suficiente. El sentir que te acogen, que no te conocen pero te hacen sentir alguien, que por una vez en tu vida te dan la importancia que te mereces, que te regalan sonrisas cómplices y miradas de ternura, que son felices con pequeños detalles. Personas amables de corazón enorme, que te reciben con los brazos abiertos, que su vida gira en torno a nosotros, los turistas, y somos su negocio, pero un negocio que cuidan con un cariño que nunca pensé que podría ser cierto. Y ahora entiendo porque Estambul y su estrecho, consiguieron inspirar a tantos escritores, ahora entiendo porque tantos quedaron prendados de su belleza, ahora lo entiendo porque ahora que he vivido cinco días en ella, sé, que Estambul es una ciudad de cuento. 

11 comentarios:

  1. Tú escribes absolutamente bien. Me encanta!!! Me has dado ganas de ir a Estambul *-* Es precioso, igual que river flows in you <3 Como siempre, el hecho de que hayas escrito algo nuevo me ha hecho un poco más feliz.
    Besazos de Greeny

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  2. Greeny! Hola de nuevo jajaj muchísimas gracias por comentar en las dos entradas, ya que normalmente da mucha pereza.
    Pues yo tengo ganas de volver, así que habrá que hacer algo :P
    Ya, es que la canción buf... La he puesto en especial por mi mejor amiga que es la que me la enseñó, y es que me encanta...
    Yo ahora seré feliz leyendo lo tuyo, así que ahora me veras por tus comentarios.
    Un besazo guapa:)

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  3. Siempre es placer comentarte :)
    En realidad Lara en principio era la rival en el amor de Laura, pero van a pasar muchas cosas :) La mejor amiga es Sam
    Muchos besos :))

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  4. ¿Sabes que quiero? Que te vayas a Estambul mañana mismo, te inspires y no vuelvas a desaparecer, joder. Y si te tienes que ir a algún sitio a inspirarte, vete. Pero escribe igual de bien que lo has hecho en las últimas, ¿va? No te lo pienso repetir más, pero... ¡qué digo! Que escribes genial, y te lo repetiría hasta que me salgan callos en los dedos de teclear, ¿sí? D:
    Sin más palabras, tu conejita azul gigante, MN<3

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  5. Me gusta el nombre de su mejor amiga, no sé si habrás leído mi comentario, pero el protagonista del libro que te he dicho se llama también Sam. :)
    Pues bueno ya conoceré a Lara poco a poco... jujuj El Carlos ese ya me cae mal, que lo sepas, es que tiene pinta de insoportable...
    Un besazo;)

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  6. Miss Nothing jajajaj ojalá pudiera... Vamos a lo mejor ni hubiera vuelto.
    Lo de la inspiración me mata, porque vamos me esclaviza, todos los días intento encontrar algo sobre lo que escribir, y en algunos se me ocurren ideas como si nada, y en otros no me sacan una que me guste ni con amenazas.
    Ains, pero intentaré que no vuelva a ocurrir, haber ahora que llega el verano si vuelvo a tener tiempo para no abandonaros...
    Si yo escribo genial tu eres una Diosa, no lo dudes.
    Un besazo enorme conejita;) jajaj

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  7. Siempre eh querido ir del otro lado del mundo (vivo en México). Presiento que es un lugar hermoso:). Un beso:).

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  8. Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! que alguien me recoja la baba jajjajajaja Pero si esto es fantástico, pero como describes, como escribes, como eres... gracias y mas gracias por tener este blog y que nos dejes leer tus maravillosos textos, tu fantástica entradas, tu perfecta historia que espero con muchas ansias que continué. Tu eres un ejemplo a seguir, tu eres la que te mereces un premio enorme y la que me hace sonreir al leer tu blog. Eres perfecta en esto así igual que me hiciste tu seguir escribiendo y hacer mas historias y no rendirme yo te animo a que no vuelvas a dejarlo y a que continues con esto.
    Un enorme besito de tu fan Marta y de su horroroso blog.

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  9. Jeenifeer, ya somos dos, yo tengo unas ganas locas de pasar un tiempo por América, aunque primero prefiero ir a Berlín.
    A mi me pareció todo precioso, pero depende de gustos.
    Un beso, gracias por comentar(:

    Marta! jajajaj gracias igualmente por las mismas razones que tu me las das a mi;)
    El premio más grande al que puedo alcanzar ahora es esto, vuestros comentarios, mis 35 seguidores, lo que disfruto escribiendo, no puedo pedir más, y no soy para nada un ejemplo a seguir mujer, jajaj que va, que va, pero gracias.
    Si yo el blog no lo dejo, solo que me doy tiempo cuando no se me ocurre nada sobre lo que escribir, porque a veces mi mente se colapsa y no da pa más:)
    Tu blog no es para nada horroroso no me hagas pegarte e.. Un besazo enorme guapa, muchísimas gracias por todo.

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  10. Hola. Y éste también me gusta :). un abrazo.

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  11. Jajaja muchísimas gracias por leerme y comentarme, de nuevo :)

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